“Un día ya lo verán…” cuenta la historia de Margot. Una niña que encuentra una semilla y jura y perjura que es la semilla del árbol más grande del mundo: la secuoya.
Su padre, su maestra y hasta sus mismos compañeros de clase, se ríen de ella y sus afirmaciones ridículas, ¿una secuoya? ¡Las secuoyas no crecen aquí! repiten.
Nadie parece tenerle fé. Ella, sin embargo, consulta a su abuela, gran conocedora del tema, que le dice que no se dé por vencida. Que la germine, la plante, la cuide y que quizás tenga razón, aunque nunca llegue a comprobarlo…
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